sábado, 8 de diciembre de 2012

¿Una sanidad en la UVI? | Noticias | elmundo.es

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CRISIS | Formas de gestión

¿Una sanidad en la UVI?

Manifestación de trabajadores de la Sanidad. | Alberto Di LolliManifestación de trabajadores de la Sanidad. | Alberto Di Lolli
  • La CAM defiende su plan para garantizar la sostenibilidad del sistema
  • Las cifras del coste de algunos hospitales no están respaldadas por todos
  • La Sanidad española tiene calidad y un gasto en función del PIB, según expertos
  • Los médicos piden un rol más activo en la elaboración de fórmulas de mejora
Forma parte de la conversación diaria de los madrileños y también de todo aquel que esté preocupado por la situación sanitaria del país. El plan estratégico que el Gobierno de Ignacio González quiere implantar en la Comunidad de Madrid está levantando ampollas entre los profesionales sanitarios y en los ciudadanos de una comunidad que han visto cómo en menos de cinco años se ha pasado de la euforia de construcción hospitalaria a la urgencia por garantizar la salvación de una sanidad que, según los datos del equipo de González, está en una situación crítica. Algo con lo que no todos están de acuerdo.

En la Comunidad de Madrid existen actualmente 36 hospitales. Once fueron construidos hace cinco años, de los que cuatro nacieron ya con gestión privada o capitativa (Collado Villalba, que todavía no se ha abierto; Torrejón, Móstoles y Valdemoro). El resto, es decir, los siete restantes, tienen gestión mixta: únicamente los servicios sanitarios están gestionados con dinero público, los demás (limpieza, cafetería, etc.) funciona mediante empresas privadas. La Consejería, a través de su Plan de Medidas de Garantía de Sostenibilidad del Sistema Sanitario Público, pretende cambiar la gestión de seis de esos siete hospitales de gestión mixta.

El centro que se queda fuera de ese cambio de gestión es el Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda. Probablemente por el tipo de actividad que en él se lleva a cabo, que es muy diferente a la de los otros seis hospitales de gestión mixta (Infanta Leonor, Infanta Sofía, Infanta Cristina, el Hospital del Henares, el del Sureste y el del Tajo).

Estos hospitales de gestión mixta son muy similares entre sí: centros de tamaño medio, con un número de camas que en ningún caso supera las 300 y en donde se tratan patologías sanitarias poco complejas y rentables. En cambio, Puerta de Hierro responde más al perfil de gran hospital con 613 camas y una actividad diversa, donde se hacen trasplantes de diferente tipo, atiende patologías complejas, etc. Perfil que, por sí mismo, conlleva un coste muy superior al de los centros más pequeños y una rentabilidad menor.

Además de la privatización de la gestión de estos seis hospitales, dentro del Plan está prevista también "la concesión de la prestación de la asistencia sanitaria de Atención Primaria de un 10% de los Centros de Salud, dando prioridad en su gestión a la participación de los profesionales sanitarios que quieran constituir sociedades", según reza el documento oficial.

Gastos por habitante

Con este Plan, la Consejería anuncia que estos seis hospitales pasarán de costar 600 euros por habitante a 441, gracias a la gestión privada. Y que se abaratará el coste relacionado con unos 27 centros de salud debido a la implicación de sociedades privadas en su gestión. Cifras con las que no todos están de acuerdo. Según un informe, elaborado por la Asociación de Médicos Especialistas de Madrid (AFEM), los hospitales de gestión mixta generan un gasto de 375 euros por habitante.

No son los únicos que afirman que la sanidad pública española no es especialmente cara. "Gastamos lo que nos corresponde en función del PIB", afirmaba hace unos días a este periódico, Juan Oliva, presidente de la Asociación de Economía de la Salud. De hecho, el propio José María Segovia de Arana, considerado por muchos el 'padre' de la sanidad pública española, afirmaba recientemente que el Sistema Sanitario Público español es un sistema que funciona bien.

Por otro lado, el departamento que dirige Javier Fernández-Lasquetty contemplaba también la transformación del Hospital de la Princesa en un centro de alta especialización para personas mayores [medida que ha sido modificada parcialmente tras las protestas masivas de sus trabajadores y pacientes], y del Hospital Carlos III en un hospital de estancia media.

No son las únicas medidas que la Consejería ha implantado en los últimos meses. El euro por receta ha levantado también numerosas voces críticas incluso dentro del propio Partido Popular, empezando por su presidente Mariano Rajoy y terminando por la ministra de Sanidad, Ana Mato.

Opacidad vs. transparencia

¿A qué empresas se encargará la gestión privada? ¿Cómo lo harán? ¿Qué estándares cumplirán para garantizar la calidad? ¿Qué sistema de evaluación se llevará a cabo? ¿Cómo se gestionarán y derivarán los pacientes con procesos complejos que precisen servicios de alta tecnología?

Éstas y otras preguntas no tienen respuesta, y si la hay, no se conoce de momento. Eso es lo que afirman los especialistas de la sanidad madrileña y los representantes de numerosas sociedades científicas. Todos se quejan de la opacidad con la que se quiere implantar este Plan y la falta de sistemas de evaluación independientes que garanticen que, con este modelo de gestión, realmente se va a conseguir un ahorro sin la merma de la calidad.

El motivo fundamental de estas medidas no es tanto la deuda sanitaria (inexistente, según Lasquetty), sino cumplir con los presupuestos de 2013. Para el próximo año "debemos reducir nuestro déficit en hasta el 0,7% del PIB. Ello supone un ajuste de 1.700 millones de euros. Casi todas las Comunidades verán aumentados sus ingresos, mientras que a Madrid se le verán reducidos en 1.000 millones. [...] En suma, el ajuste presupuestario al que se verá sometida la Comunidad de Madrid para el año 2013 será de 2.700 millones de euros; y como consecuencia de ello se verá afectado el gasto sanitario", explica el documento.
Ese 'ajuste' pone en riesgo incluso el pago de nóminas para el próximo año, según ha anunciado el consejero, por lo que, aunque sí ha anunciado que iniciará contactos con los responsables de los hospitales públicos para que estos formulen propuestas de ahorro, no hay marcha atrás a este plan.

Criterios de evaluación

Sin embargo, las voces críticas con el Plan aseguran que no se puede cambiar el modelo sanitario por un ahorro a corto plazo sin contar con estudios que avalen la eficiencia y calidad del nuevo sistema. "Hay análisis que afirman que la gestión pública da mayores garantías. En cambio, hay otros, sobre lo ocurrido en países como el Reino Unido, donde se intentó implantar un sistema similar [al de Madrid] y fracasó, que muestran que esa gestión ha generado un gasto de miles de millones de euros por encima de lo previsto. Me gustaría tener datos, evaluaciones hechas por terceros, sobre los casos españoles, por ejemplo el caso Alzira, o la Fundación Hospital Verín...", asegura Juan José Rodríguez Sendín, presidente de la Organización Médico Colegial (OMC).

Otros especialistas apuntan que, más allá del debate público-privado, se trata de saber quién y cómo se realizará esa gestión. "Esas dudas no están contestadas. No sabemos qué experiencia previa tienen [estas empresas], cuál es su modelo de gestión, quiénes son. No hay un programa ni articulaciones con el resto de hospitales... Todo esto nos lleva a desconfiar. Porque los centros, tanto los públicos como los privados, deben cumplir unos estándares para garantizar la calidad de atención. El único argumento que se menciona por ahora es que la gestión privada es más eficiente y, para empezar, no existen datos sobre eso", afirma Vicente Bertomeu, presidente de la Sociedad Española de Cardiología que, junto a otras sociedades médicas, se han quejado abiertamente de la falta de colaboración de la Consejería con sus entidades.

Por otro lado, estos expertos insisten en que todavía hay muchas cosas que hacer para mejorar el sistema público. "Hay que innovar, sí, pero empezando por nuestros propios centros. No demonicemos lo público como si ya no hubiera nada que hacer. Tenemos la obligación ética de gestionar adecuadamente nuestros recursos, que se generan mediante impuestos que todos pagamos", señala Fernando Carballo, responsable de excelencia clínica de la Sociedad Española de Patología Digestiva Clínica.

Para ello, este médico enumera que lo primero que hay que hacer es "definir una cartera de servicios justa, que los políticos nunca han sabido abordar, y para hacer esto hay que establecer objetivos y evaluar los resultados. Esto es la gran asignatura pendiente de nuestro sistema de salud, un sistema fragmentado y sin evaluación. Hay que huir del concepto público-privado y exigir a todos unas garantías de acreditación y evaluación de resultados".

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